La podredumbre e hipocresía de la derecha Venezolana
Que si es escandaloso lo de las fotos de Guaidó con los integrantes de la banda de narcotraficantes Los Rastrojos, lo es. No expresa más que la podredumbre en los altos círculos de la oposición de derecha. Guaidó se reclama como “Presidente interino” de Venezuela. Si una foto similar hubiese envuelto a cualquier presidente de América Latina, para solo mencionar a los vecinos, fuese uno de los mayores escándalos políticos del continente.
Los dirigentes de la oposición, tanto locales como los que se encuentran en el extranjero, hablaron de las imágenes como unas fotos más, de cualquiera que se puede tomar un político en una manifestación pública. Pero se trataba de jefes de grupos narcotraficantes que incluso uno de ellos estaba con un arma a la vista. Cualquier avezado candidato a concejal de cualquier pueblo del interior del país sabe de eso, se cuidaría de no aparecer en una foto de ese tipo, incluso hasta se cuida que sus “guardaespaldas” muestran sus armas en fotos públicas.
Aclaremos de entrada que el gobierno de Maduro no tiene moral para hablar. Patética fue la escena de la ministra Iris Varela, en una fotografía con el “El Conejo”, el pran de la cárcel de San Antonio, en Margarita, sentada en una cama en una celda de la cárcel de una prisión. Dicho sea de paso, la oposición no desaprovechó la oportunidad y le cayó encima para hablar de la descomposición del gobierno.
Las imágenes de Guaidó, no solo pone al desnudo la podredumbre en la oposición de derecha, sino también la falsa pose de "demócrata" al hablar aquí contra la represión oficial y parapolicial ("colectivos"), pero se alía con el gobierno represor de Duque e incluso coordinar acciones (como el cruce de la frontera), con grupos paraestatales asesinos de dirigentes sindicales, sociales, ambientalistas e indígenas.
Las declaraciones de la propia oposición, así como múltiples voceros periodísticos vinculados a ellos, buscaron de las mil maneras justificar tales fotos, como tratando de estúpidos al pueblo venezolano al pretender engañar con argumentos tan malos como que tales fotos son como las de cualquier político se toma con simpatizantes, e incluso de que Guaidó no sabía de quiénes se trataba. El representante de Guaidó en Colombia (“embajador”) llegó al absurdo de afirmar que “no se le puede pedir antecedentes penales a cualquiera que pide tomarse una foto”, pero estaba a simple vista que uno de los integrantes de Los Rastrojos estaba claramente armado, sin pertenecer a ningún organismo de seguridad (ni del Estado colombiano ni venezolano). El hecho de estar armado, siendo un civil, ya es digno de desconfianza, pero parece que para los partidarios de Guaidó es lo más normal.
Difícilmente haya otra explicación para esto que el hecho de que estos sujetos eran parte del operativo que coordinó el paso de Guaidó por ese tramo de la frontera. Tal como, de hecho, denunciaron organizaciones sociales de la zona con base a informe de los habitantes: previo al paso de Guaidó por esa zona, Los Rastrojos habían establecido un toque de queda, el cual cesó luego que el "héroe" (según la expresión desatinada de Duque), estaba ya con las autoridades oficiales colombianas.
Tenemos los relatos de la comunidad, en donde nos cuentan cómo paramilitares de los Rastrojos, los obligaron a encerrarse durante 24 horas, hasta cuando el sr @jguaido llegó a Agua Clara y fue recogido por funcionarios de la alcaldía de Cúcuta y de la gobernación.
Es increíble que toda esta derecha que cacarea sobre "democracia", así como el gobierno colombiano, el grupo de Lima y el gobierno de Trump que, ante semejante escándalo, se hacen los desentendidos para garantizar impunidad a su protegido, o directamente lo apoyan yendo detrás de su versión, como es el caso de Duque. Mostrando todos, una vez más, la total hipocresía y doble moral cuando hablan de derechos humanos y de grupos paraestatales que reprimen al pueblo de este lado de la frontera, cuando del otro lado también es moneda corriente.
El talante descompuesto de Guaidó y quiénes lo apoyan, que se postulan como alternativa a un régimen totalmente descompuesto, represivo y autoritario, como el actual de Maduro y las FFAA, no solo se muestra porque se ponen bajo ala del agresivo intervencionismo de la principal potencia militar del mundo, sino además con aliados tan descompuestos como toda la red de corrupción que se ha destapado previamente con la ayuda humanitaria, y ahora descubrirse los lazos con grupos paramilitares que le hacen el trabajo sucio de asesinatos al Estado colombiano, además de vinculados al narcotráfico.
Aquí radica también la gran hipocresía de una derecha que denuncia alianzas de gobierno de Maduro con las FARC o el ELN, mientras se apoya en paramilitares para cosas como el pase por la frontera de sus dirigentes políticos y con toda la impunidad de sacarse fotos.
Los que somos parte de la izquierda revolucionaria consecuente, estamos contra la represión estatal y paraestatal aquí en Venezuela llevada a cabo por Maduro, como contra la represión estatal y paramilitar en Colombia llevada a cabo por Iván Duque. Guaidó, en cambio, es un falso y doble moral en toda la línea que, aunque eso ya se sabe, no tiene tapujos incluso en mostrarlo públicamente. Si es así en cuanto “Presidente interino” sin disponer de todos los dispositivos reales y facultades que da controlar un Estado, órganos de represión incluidos, qué no haría si realmente Guaidó como toda la oposición de la derecha asumiera de facto el control de Estado. Punto./LA IZQUIERDA DIARIO